Los recuerdos del combate de Tilcara

Rescatamos en esta nota la voz de los protagonistas de aquellos momentos heroicos de la historia de la independencia nacional.

TILCARA (Corresponsal). Entre las actividades que se preparan para la Semana de Mayo, el martes 23 nos toca recordar la Batalla de Tilcara en su bicentenario. Del encuentro armado nos queda registro en la correspondencia de sus protagonistas, que tomamos de la obra que en 1960 editara Félix Infante sobre la vida de Manuel Eduardo Arias. Quédenos el recuerdo en la misma voz de aquellos héroes.
En parte oficial dirigido por Martín Miguel de Gemes a Manuel Belgrano, dice que "el benemérito Teniente Coronel, don Manuel Eduardo Arias, ha hecho como siempre su deber, persiguiéndolos por la retaguardia hasta entregarlos a las otras divisiones que los esperaban", y agrega luego que los realistas, "me aseguran, deben quedar en Tilcara con el hospital y familias que han sacado".
Arias le escribe a Gemes desde Cieneguillas, el 22 de mayo de hace doscientos años, que "el enemigo se halla con su fuerza duplicada a la mía, pero sin embargo los tenemos aislados dentro del pueblo de Tilcara", y el 24, desde Perchel, dice que "ayer por la mañana salí con algunas fuerzas con el objeto de llamar al enemigo. En efecto, luego que nos avistamos, cargó la caballería y sosteniéndoles el fuego, les maté dos soldados e hice prisionero a un cabo segundo de Dragones de Fernando VII".
Guerra de recursos, de privarle al enemigo las aguadas y pasturas necesarias para continuar la lucha, cada encuentro suma dos, tres bajas, muerde la seguridad del invasor hiriendo sus certezas, desanimándolo. Alguien dudará en darle la categoría de batalla a cada uno de los encuentros que se sucedieron hasta que, en el mes de junio, la vanguardia patriota ya pasa de Abra Pampa atestiguando la huida realista, pero esas pequeñas escaramuzas inflaman su categoría dada su importancia táctica.
Así es que escribía Arias en esas vísperas del 25, que "de los dos muertos hubimos las pistolas y montura. Estando en esto, cargó el enemigo con su infantería y dos piezas de artillería y correspondiendo al vivo fuego que nos hacían, hubieron otros dos muertos, sin más pérdida de nuestra parte que la de dos caballos heridos".
Sigue escribiéndole a Gemes que "en seguida dispuse una retirada en dispersión, para evitar el fuego que hacían y tomando mi mismo campo, mandé desensillar las bestias, comía la gente, que hacía dos días sufrían hambre. Por la noche dispuse saliese una partida de veinte hombres, por el costado derecho, con el objeto de sorprender una guardia situada en la orilla del pueblo o, cuando no, se esforzasen en sacar los animales que tenían".
Dice que "no se consiguió lo primero porque la guardia referida fugó precipitadamente, dejando en el puesto varios equipajes, y si lo segundo, logrando quitarles setenta entre mulas y caballos, y quince burros. El mal estado de mis bestias y la total falta de municiones y piedras, me obliga a retirarme a este punto".
Desde entonces fue perseguir la huida de los españoles, asegurando el autor que "la victoria argentina de 1817 es equivalente, por su importancia, a cualquiera de las más grandes batallas libradas en territorio americano durante la guerra de nuestra independencia. Tuvo casi un año largo de duración, y en ella los mejores capitanes españoles rindieron su tributo a estas fuerzas gauchas y a sus jefes, que a un principio despreciaron".
Este martes, a las 18, el Instituto de Educación Superior N§ 2, el Centro Gaucho "Coronel Manuel Álvarez Prado" y agrupaciones gauchas de Tilcara, el Ballet "Despertando sueños", las secretarías de Hacienda y Cultura del municipio y su Departamento de Personal, tendrán a su cargo el recuerdo del valor de estos quebradeños forjadores de la patria.