Muere en Buenos Aires el notable poeta gauchesco Hilario Ascasubi, autor de Paulino Lucero y Santos Vega o Los mellizos de la flor. Nació en una carreta en Fraile Muerto, hoy Bell Ville, provincia de Córdoba, el 14 de enero de 1807.
Poeta, periodista y político argentino que cultivó la literatura gauchesca; aunque fue realmente un continuador de la literatura gauchesca iniciada por el uruguayo Bartolomé Hidalgo, Hilario Ascasubi dio a esta poesía características argentinas. Recorrió el mundo como grumete, fue tipógrafo y periodista en Salta, y se alistó a los dieciocho años para la guerra con el Brasil. Prisionero del dictador Rosas, logró escapar y se estableció como panadero; hizo fortuna y la gastó en ayudar al general Lavalle en su campaña libertadora. Junto a Urquiza y contra Rosas, llegó a coronel; después luchó junto a Mitre y contra Urquiza y fue enviado a París en misión oficial. En el terreno periodístico cabe destacar su labor de editor de una publicación escrita por él solo (Aniceto el Gallo, 1853-1859); como literato, es recordado como autor de Trobas de Paulino Lucero y sobre todo del poema gauchesco Santos Vega o Los mellizos de La Flor (1872), su obra maestra.
En la vida de Hilario Ascasubi abundó la aventura: a los
doce años embarcó como grumete hacia Estados Unidos, pero el barco fue
capturado por los portugueses y acabó en Lisboa. Logró regresar a
América y obtuvo del gobierno la que fuera la imprenta de los jesuitas
de Salta, donde editó su Canto a la victoria de Ayacucho (1823).
Luchó en las guerras civiles y colaboró con los unitarios del general
Lavalle contra el régimen de Juan Manuel de Rosas. Fue apresado en 1829,
pero escapó dos años después y marchó a Montevideo.
Allí dio a conocer sus primeros poemas
gauchescos, en los que atacaba al rosismo, utilizando diversos
seudónimos, en particular el de Paulino Lucero. Influido por el Diálogo patriótico interesante
(1833) de Bartolomé Hidalgo, publicó también Ascasubi un diálogo en el
cual conversan los gauchos uruguayos Jacinto Amores y Simón Peñalva. La
obra de este período fue recopilada en dos volúmenes bajo el título Trobas de Paulino Lucero
(1855). En 1851 se incorporó al ejército de Justo J. de Urquiza, aunque
después de la batalla de Caseros cambió de trinchera y, desde las
páginas de un periódico unipersonal y de carácter satírico titulado Aniceto el Gallo,
atacó a Urquiza y la Confederación. Alejado de las luchas políticas por
largos años, actuó más tarde como diplomático en París.
La producción literaria de Hilario Ascasubi
corrió paralela a los vaivenes de su agitada vida, con la particularidad
de que su poesía, popular y gaucha, es utilizada por el poeta como arma
de combate. Los versos de Ascasubi son poesía política, o por lo menos
de objetivos políticos, en sus dos primeras obras: Paulino Lucero o
Los gauchos del Río de la Plata cantando y combatiendo contra los
tiranos de la República Argentina y Oriental del Uruguay (1833-1851), que recoge composiciones de forma diversa, y Aniceto el Gallo. Extracto del periódico de este título publicado en Buenos Aires el año de 1854, y otras poesías inéditas,
obra en la que las redondillas, los cientos, las décimas y otras
estrofas, de fondo político en muchos casos, le sirven para defender la
causa personificada por Mitre.
Sin embargo, con todo lo que significa
literariamente esta producción, es en París, en sus años de descanso,
donde redacta un extenso y ambicioso poema que es sin duda su obra
principal: Santos Vega o Los mellizos de La Flor (1872). Muchos años antes, en Montevideo, Hilario Ascasubi había comenzado a publicar un poema titulado Los mellizos o Rasgos dramáticos de la vida del gaucho en las campañas y praderas de la República Argentina,
que quedó inconcluso (1850). Más de veinte años transcurrieron antes
que volviera sobre él; en París se entregó apresuradamente a concluir su
viejo proyecto, y en unos ocho meses completó su larguísimo poema, de
más de doce mil versos.
Considerada una de las obras maestras de la literatura gauchesca, Santos Vega
es una especie de novela en verso de rango nacional y gran contenido
costumbrista, con todos los defectos del poeta fácil y prosaico, pero
con un enorme caudal de elementos folclóricos y pasajes descriptivos de
gran poder evocador que constituyen un fiel reflejo del mundo rural
anterior a la independencia. El título del libro responde al nombre de
su narrador: Santos Vega, cantor legendario del Río de la Plata, es
quien cuenta la historia de los crímenes famosos de un bandido, Luis
Salvador, criado con su hermano Jacinto en la estancia "La Flor", cerca
de Chascomús, en la provincia de Buenos Aires.
Esa leyenda local llegó a Ascasubi asociada con
otros sucesos de una época muy anterior, durante la cual terribles
invasiones de indios pampas asolaban la zona de la frontera. Ascasubi
quería trazar un cuadro histórico de la vida rural y por eso limitó
cronológicamente los hechos al período inmediatamente anterior a la
independencia (1770-1808). En el poema se advierten claramente defectos
de composición debidos a la prisa; acción desequilibrada por el
desarrollo de algunos episodios, y sobre todo un realismo prosaico, que
constantemente acentúa el sentido ejemplar del relato. Son famosas
algunas descripciones: la orilla del Río Salado (canto IV), la estancia
"La Flor" (canto V) y la madrugada (canto X).
Por los Senderosde Argentina