9 de Agosto de 2013 – Fallece Eduardo Llamil Falú, en la Ciudad de Córdoba.
El compositor y guitarrista Eduardo Falú, figura esencial de la música argentina, enlace entre la música plebeya y la academia, falleció ayer en Córdoba, a los 90 años. No se dio a conocer la dolencia que no pudo sobrellevar.
Su voz grave, expresiva; su singular estilo con la guitarra, su enorme talento como compositor que lo llevó a conformar con Jaime Dávalos una fructífera sociedad artística, hicieron de Falú un nombre indispensable para la música de raíz folclórica.
"La tonada del viejo amor", "Zamba de la Candelaria", "Trago de sombra", "Canción del jangadero", "Romance de la Muerte de Juan Lavalle", "Choro del caminante" y "Camino a Sucre" son algunas de sus obras emblemáticas.
Eduardo Yamil Falú nació el 7 de julio de 1923 en El Galpón, un pequeño pueblo de Salta situado a unos 150 kilómetros de la capital de la provincia. Sus padres eran de origen sirio, Juan Falú y Fada Falú, ambos con el mismo apellido pero sin parentesco entre sí.
Fue criado en Metán y formado en la capital salteña. En 1945 se radicó en Buenos Aires. Guitarrista de trascendencia internacional, tuvo la pericia, además, de capitalizar el trabajo en colaboración.
Trabajó con Jaime Dávalos ("Tonada del viejo amor", "Trago de sombra", "Milonga del alucinado" y "Zamba de la Candelaria"), Manuel Castilla ("Celos del viento" y "Puna sola"), Ernesto Sábato ("Romance de la muerte de Juan Lavalle") y Jorge Luis Borges ("José Hernández"), entre otras.
Recopiló e hizo famosa con su arreglo para guitarra, la zamba tradicional "La cuartelera", nacida en el siglo XIX en los campos de batalla argentinos."Siempre sostuve que la música es importante, pero si no estuviesen estos poetas magníficos que pintaban el paisaje con señorío, hoy mi obra no sería popular", reconocía el propio Falú.
Su música siempre resultó un enlace natural entre las formas y los aromas de la música de raíz folclórica con las exigencias de la academia, en cuyos ámbitos también fue reconocido.
De hecho, además de los escenarios de mundo que recorrió con su repertorio popular, también compuso suites y realizó conciertos con la Orquesta Sinfónica Nacional o formaciones de música de cámara como la Camerata Bariloche.
Se casó con Aída Nefer Fidélibus y tuvo dos hijos: Eduardo y Juan José, quien es, como su padre, guitarrista.
"Mis obras tienden un puente entre lo popular y la música culta, a través de la guitarra. Podría decir que con la guitarra no solamente rasgueo, sino que le busco otros elementos", reflexionaba el propio Falú, años atrás.
Impulsor del folclore. Fue uno de los artífices, en las décadas de 1950 y 1960, de un reverdecimiento de la música folclórica, que entonces despertó nuevos entusiasmos y cobró un auge excepcional.
Sostuvo una carrera sobre la base del trabajo, sin estridencias ni pretensiones personales.
En 2007, empresarios alemanes financiaron una película sobre su vida y obra. Desde hace años se encontraba retirado de la vida profesional.
Recibió los premios Konex de Platino y Gran Premio Sadaic, ambos en 1985; Condecoración de Honor al Mérito del Perú y fue designado Ciudadano Ilustre de Salta, Rosario, Santa Fe y Córdoba.
En los últimos años los directores suizos Arno Oehri y Oliver Primus, filmaron la película ‘‘Canto al paisaje soñado'', que relata la vida de don Eduardo, a través de los paisajes de nuestra Salta.
El "Chalchalero" Juan Carlos Saravia recordaba en julio pasado que ‘‘Eduardo está cumpliendo 90 años y sigue con su mismo carácter chacotón, se mantiene muy bien. Fue el primer salteño que llegó a Buenos Aires con su guitarra y se quedó''.
‘‘Eran inolvidables aquellas peñas en donde Jaime (Dávalos) con Eduardo compusieron tantas hermosas canciones y su guitarra hizo escuela por su maravillosa música, que a veces quedaba eclipsada por la poesía. Junto a Ariel Ramírez son fundamentales para el folclore y también por la labor que ejercieron en Sadaic durante tantos años'', comentó el músico.
El gobernador salteño Juan Manuel Urtubey dispuso dos días de duelo en la provincia.
La mejor guitarra
Falú tenía una relación entrañable con las guitarras. "Una guitarra no tiene una vida muy longeva. A los 20 años comienzan a ceder las maderas. La que prefiero es La Fleta de Barcelona, con ese sonido tan humano, pastoso. La madera debe ser de gran nobleza, estacionada. Y claro, también está el arte del luthier", aseguró.
Fuente:.lacapital
Por los Senderosde Argentina