La banda oriunda de Buenos Aires vuelve para conmover con su propuesta multifacética, presentando el disco folkórico “A los amores”
Duratierra es una banda con casi veinte años de historia, con raíces en el folklore y la música latinoamericana. Después de la pandemia, movilizaron un cambio de era con una nueva formación. En el último año, lanzaron dos discos que funcionan como opuestos complementarios y que dan cuenta de la versatilidad del grupo: “La fuerza” (2023) y “A los amores (El folklórico Vol.1)”.
A sus miembros fundadores, Micaela Vita (voz), Juan Saraco (guitarra y voces), Nicolás Arroyo (batería, percusión y voces) y Tomás Pagano (bajo), se sumaron hace más de dos años Valen Bonetto (guitarras, percusión y voces), Silvia Aramayo (teclado, acordeón y voces) y Martín Beckerman (percusión y voces), para conformar un potente septeto que cada vez atrae a más personas.
“Es difícil hablar de este momento sin ir un poco más y contar cómo viene se gestando todo este proceso, un poco conciente y un poco inconcientemente”, afirmó Nicolás Arroyo en diálogo con La Capital. Con la misma impronta íntima y vital que transmite la banda en sus canciones, el músico recordó aquel momento de quiebre: en plena pandemia, se embarcaron en un proceso de terapia grupal. “Empezamos a limar un poco nuestras rispideces no solo musicales sino de tantos años, ya casi veinte, de compartir esta familia Duratierra. Creo que ahí empieza a encenderse la llama de estos dos discos. Se empieza a gestar la música, y a partir de la música también esta nueva formación ”, aseguró.
En sus primeros quince años de historia, habían publicado tres discos. El debut “Floralia” de 2010, con versiones de clásicos latinoamericanos, fue elegido por la revista Rolling Stone como uno de los cinco mejores discos de folklore de ese año. En 2013, lanzaron “Enobra”, formado completamente por canciones originales que forjaron la identidad artística del grupo. En 2017, publicaron “Cría”, también seleccionado como trabajo destacado por la presa especializada. En 2019, salió el EP “Trinchera”, una palabra clave para la idiosincrasia de Duratierra.
En esta nueva etapa, la banda gestó una suerte de díptico discográfico, estrenado en un lapso de diez meses (entre junio del año pasado y abril del corriente). “Con la nueva formación ya en giro la sonoridad de la banda empieza a tomar una nueva dimensión, a partir de estas dos ideas tan contrastantes en un punto, de ‘La Fuerza’ y ‘A los amores’. Cuando estábamos mezclando uno ya estábamos grabando el otro, lo cual para nosotros fue muy extraño porque antes nos llevaba mucho tiempo grabar un disco. Uno es la antítesis del otro, el primero es muy eléctrico y el segundo es completamente acústico”, detalló Arroyo.
Un disco como los de antes
Además, con el último lanzamiento, Duratierra también cumplió un sueño de larga data: grabar en cinta abierta de dieciséis canales, a la vieja usanza, para evocar las sonoridades folklóricas tradicionales. “Tiene una identidad y una sonoridad muy definida y muy criolla. Es algo que sabemos hacer, nos criamos con eso y sabemos de lo que estamos hablando. Decidimos llevarlo más allá. Así que investigamos todas la maneras de plasmar eso que soñábamos, esa sonoridad que nos remitía a entrar a la casa de nuestros abuelos. Yo entraba a mi casa y se escuchaban Los Hermanos Ábalos, Mercedes Sosa, en esas grabaciones que, más allá de composición y la canción, tenían ese grano, como ver una foto en papel de otra época”, contó el músico.
Por los Senderosde Argentina