El pueblo fantasma de La Pampa, con historias misteriosas que revive con el turismo

Naicó es un pueblo fantasma que busca proliferar a través del turismo rural. Es la localidad menos poblada de la provincia de La Pampa, que sólo es habitada por ocho personas. Pero este destino revive durante los fines de semana, cuando reúne a los turistas que quieren disfrutar de la naturaleza y de los sabores de campo.

El repunte de Naicó es un ejemplo de superación para todos los pueblos olvidados tras los cierres de las estaciones de ferrocarriles. Este poblado creció alrededor de las vías del tren, tras la inauguración de su parada en 1911. La localidad desarrolló su infraestructura en una particularidad forma de T y llegó a tener más de 600 habitantes, cuando circulaban 40 vagones diarios con 40 toneladas de leña.

Allí, relatan historias como las tradiciones de la misa cada 15 días con un cura que iba especialmente para la ocasión, y llevar ramos de margaritas al cementerio en el Día de los Muertos. Después de que las calles se vaciaron, los edificios sufrieron el impacto de temporales, vandalismo, robos y usurpaciones que llevaron al paisaje al panorama actual, donde las ruinas evocan silencio y la detención del tiempo.

Hubo varias oleadas de éxodos que dejaron como recuerdo algunas instituciones en pie, y otras que conservan sus paredes semiderruidas como vestigio de los centros de reunión del lugar que alguna vez fue “dos pueblos en uno”.