En la Base Belgrano construyen el tercer módulo para la producción de verduras frescas

 En el nuevo módulo, que se suma a los que están funcionando en las bases Marambio y Esperanza, se instalarán 34 contenedores en los que se producirán 136 plantas en forma simultánea. Además, contará con un sector para microgreens. Este trabajo es resultado de la articulación entre el INTA, el Comando Conjunto Antártico, la Dirección Nacional del Antártico y la Universidad Nacional de la Patagonia Austral.



Con el objetivo de cultivar alimentos frescos en una de las regiones más inhóspitas del planeta, el INTA trabaja la instalación del tercer Módulo Antártico de Producción Hidropónica (MAPHI). El nuevo módulo cuenta con una superficie total de 9,28 metros cuadrados, pero gracias al aprovechamiento de espacio vertical del recinto y una distribución optimizada de los componentes, posee 3 niveles de producción que otorgan 8,55 metros cuadrados para cultivar vegetales y 4.49 metros cuadrados para la zona de servicio y almacenamiento.  Si bien este módulo es similar a los dos ya existentes, debido a que fue organizado para una cantidad de población reducida, cuenta con una extensión menor a los anteriores. Además, permitirá la producción de microgreens: vegetales que se cosechan cuando tienen solo unas pocas semanas de crecimiento. 


“Poner los módulos en funcionamiento en un clima tan hostil como el antártico permite evaluar componentes y equipos en situaciones extremas para generar desarrollos tecnológicos innovadores que permitan producir en distintas regiones durante las cuatro estaciones del año”, sostuvo Jorge Birgi, integrante del grupo Forestal, Agricultura y Manejo del Agua del INTA Santa Cruz y director del proyecto.  


Birgi recalcó que, en esta etapa del proyecto, “se buscan diseñar sistemas adaptados a la situación particular de cada base y la disponibilidad de espacio en el lugar, simplificando el proceso productivo y minimizando el tiempo requerido para el mantenimiento del sistema”. En este sentido, recordó que “una vez terminado el diseño en entorno virtual, la instalación de los módulos se inició con el trabajo in situ del Suboficial Auxiliar César Araujo Prado del COCOANTAR, especializado en el montaje de módulos MAPHI en la Antártida”.  


MAPHI 3 permitirá contar con vegetales frescos, lo cual significa una mejora en la calidad de vida y la dieta del personal que se encuentra en las bases, donde se solían consumir solo vegetales en conserva. Este sistema de producción es útil en zonas en las que no hay suelo, o cuentan con suelos pobres, y en las que el ambiente (temperaturas muy bajas o fotoperiodos muy cortos o largos) no permite producir en forma sostenida durante todo el año. 


Este tipo de actividades comenzó en la Base Antártica Conjunta Marambio donde desde 2021 se producen lechugas y rúculas frescas. Posteriormente, a partir de los excelentes resultados obtenidos, en 2023 se puso en marcha un módulo de producción en la Base Esperanza. 


Asimismo, Birgi resaltó la importancia del asesoramiento permanente y del trabajo en conjunto entre el INTA y la UNPA: “Para llevar a cabo el proyecto es importante acondicionar el lugar de emplazamiento, para dar paso al personal que integra las dotaciones. En este caso, Araujo Prado es quien se encarga de acondicionar el sistema eléctrico y del bombeo”. En esta misma línea, sostuvo que “para el manejo de los módulos, el personal militar recibe una capacitación intensiva que implica las tareas de sembrar, cosechar y operar el sistema”. 


De esta manera, los profesionales del INTA Santa Cruz y de la UNPA-UARG son los responsables de capacitar, a través de un curso teórico-práctico, a los encargados de llevar adelante la producción. El personal que participa de las capacitaciones accede a contenidos críticos para la operación de los módulos, como la formulación de soluciones nutritivas, la medición manual de variables de interés como el pH y la conductividad eléctrica de la solución y manejo de la temperatura interna. También, cuenta con la posibilidad de armar y desarmar los componentes del sistema de producción, simulando roturas y problemas que pudieran surgir en los módulos MAPHI. 


Las prácticas se realizan en un módulo instalado en Río Gallegos, el MAPHI 3, que tiene las mismas características que los emplazados en la Antártida. Allí los futuros operarios pueden realizar las prácticas utilizando los mismos elementos y características técnicas de los que se encuentran en el continente blanco. 

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